Siempre estuve solo por haber sido distinto...
Pintado en blanco y negro por haber estado hundido...
Viajando de hospital en hospital...
Y soñar con el espacio para mantenerme vivo...
Pasé toda mi infancia desangrado en mi terapia...
Con piernas de cristal cada vez más amenazante...
Y noches de dolor cada vez más insoportables...
Gritando mis dolores sin que nadie me escuchase...
Sólo estuve más que solo y nadie me escuchaba...
Cuando me dolía mi cuerpo nadie me ayudaba...
Gritaba que quería salir de este laberinto...
Pero mis plegarias me volvían a mis inicios...
Tantas inyecciones que metieron en mi cuerpo...
Con el corazón de hierro pero sin inventos...
Y lágrimas de sangre que desprende todo el cuento...
Me escondí del mundo entero dentro de mis sueños...
Quisiera, quisiera dormir y jamás volver...
Pasar contigo todo y ver juntos amanecer...
Pero, ¿cómo verte si por todo te fallé?
¡Sí soy ese monstruo que te destrozó tú ser!
Soy un condenado por mi propia estupidez, me arranqué mi propio yo, y yo solito lo maté...
¿Quién me abrazará si no puedo seguir en pie?
Sólo quedan restos de lo que fui alguna vez...
A veces, el sol se esconde sin querer brillar...
La luna ya no viene pero quiere no amar...
La soledad pronto me acabará...
Me alejará del mundo y de esta tonta realidad...
Tonta realidad...
Tonta...